Esta quinta libertad conlleva a algunos conflictos en el transporte;

• Liberalización del acceso a la profesión de transportista por carretera, desapareciendo los requisitos de flota mínima y antigüedad de la misma, lo que conlleva a una depreciación en el mercado de las autorizaciones de transporte, valor con el cual contaban muchos autónomos para su jubilación, además Cabify está realizando la DUM (Distribución de la Última Milla) en el maletero de vehículos turismo, siendo una competencia desleal a los transportistas establecidos reglamentariamente
• Lo mismo pasa con los taxis y la aparición de las VTC, (UBER, Cabify, …) con la depreciación de las licencias de taxi y posiblemente también sea una competencia desleal
• Hay otros cárteles donde la liberalización está trayendo no pocos conflictos como los estibadores, aunque parece que el gobierno este tomando cartas en el asunto para pacificar los puertos, y que las navieras a pesar de sus grandes beneficios, incluso con el COVID, pretenden reducir costes, substituyendo a este colectivo profesional por trabajadores de ETT, estas mismas compañías que están estableciendo oligopolios que han llegado a triplicar los fletes con el Extremo Oriente, han reducido escalas, servicios, y tráficos, y la Unión Europea no aplica la “Quinta Libertad”

Es decir se está aplicando un doble rasero en este aspecto que solo beneficia a las grandes corporaciones

El concepto de que el mercado se regula por sí solo, hace años que se demostró que no es real, evidentemente hay que buscar un equilibrio, pero nunca solo aplicar la regulación a los más debiles.

Jordi Ballester

jballester@mercatrans.com

Haciendo un símil con el cuerpo humano, se dice que el transporte es para un país  lo que la sangre para el cuerpo, el ferrocarril serían las venas y arterias, mientras la carretera serían los vasos capilares.

La UE desde aquella época invierte en el tren por su seguridad, su menor consumo, menor contaminación, ahorro de colapsos circulatorios en las grandes urbes, problema muy grave si hubiera seguido creciendo la economía, se comenta que el 1% del P.I.B. comunitario se pierde en estas congestiones de tráfico.

Muy a pesar de las inversiones y no solo en España, sino en toda Europa el transporte  de mercancías por ferrocarril va perdiendo cuota de mercado.

Personalmente creo que el problema está en la gestión del mismo, ¿algún transitario o agencia de transportes  ha recibido una oferta para transportar en ferrocarril?, las compañías ferroviarias solo buscan grandes empresas, fabricantes de vehículos, compañías navieras, productos químicos, básicamente trenes puros, o contratados por un solo cliente.

Hace años fui a hablar con el jefe de estación de València para suplir la falta de camiones cuando llegaba las épocas de la naranja, su contestación fue que no podía perder el tiempo por unos pocos camiones a la semana, que no eran tan pocos, pero sí de diversos clientes, mucho trabajo creo que pensó.

Unas alumnas mías, quisieron hacer un trabajo de final de curso sobre un supuesto envío de un contenedor desde el Morrot de Barcelona a Lisboa,  vía TECO (Tren Expreso de Contendores) a parte de la demora en el tiempo de respuesta a su solicitud de presupuesto, los costes eran muy complejos de calcular, además de los portes, había alquileres de material, devuelta del contendor vacío, …

Por último indicar que los transportistas por carretera dicen que es una competencia desleal, ya que sus infraestructuras del ferrocarril las pagamos todos, lo utilicemos o no, mientras ellos tienen que pagar los peajes y en un futuro próximo la “Euroviñeta”, aparte de crear paro, si un tren lleva la carga de 50 camiones con un conductor de tren, contra los 50 conductores de camión.

Jordi Ballester

jballester@mercatrans.com